Una adecuada conservación de los granos es esencial para cuidar el trabajo realizado durante toda una campaña. Desde el INTA Balcarce brindan recomendaciones para garantizar granos de calidad
A partir del año 2008, la tecnología de silo bolsa alcanzó nuevas fronteras. La adopción de dicha tecnología en Argentina resultó de tal magnitud que desde entonces se embolsan unos 40 millones de toneladas cada año (de 35 a 40% del total de la producción anual de Argentina).
Por otra parte, el paquete tecnológico de silo bolsa se exporta a muchos países. 60 países importan bolsas argentinas y 35 naciones máquinas de embolsado y de extracción.
Pero este método de conservación de granos en silo bolsa (Atmósfera modificada), es una tecnología de bajo costo que tiene aspectos que se deben cuidar para no fracasar en la preservación.
El Dr. Ricardo Bartosik, profesional de la Estación Experimental Agropecuaria Balcarce, comentó “la base del éxito del almacenamiento en silo bolsa está en la elección y preparación del terreno, en una correcta práctica de llenado y, fundamentalmente, en lograr un cierre hermético. Es poco lo que se puede hacer si, cuando se confeccionaron las bolsas, no se realizó el trabajo correctamente”.
Según el profesional una vez embolsado el grano se debe controlar que se mantenga la integridad física de la bolsa. A su vez, se puede monitorear las condiciones de almacenamiento mediante la toma de muestras con un calador o mediante la medición de la concentración de CO2. En este sentido Bartosik destacó que “la tecnología de monitoreo de las condiciones de almacenamiento mediante la medición de CO2 desarrollada por el INTA y la empresa Silcheck, tiene ya varios años en el mercado y ha demostrado ser una herramienta práctica y eficiente para la detección temprana de problemas de almacenamiento. Permite gestionar el almacenamiento en silo bolsas de manera de reducir las pérdidas y preservar la calidad de la mercadería”.
Asimismo, el investigador explicó que además de la humedad de embolsado, el cuidado de la bolsa es el factor más importante a tener en cuenta para lograr el éxito en esta tecnología, y puntualizó que, si bien el costo del monitoreo es variable, rondaría los 50 centavos de dólar por tonelada.
Según Bartosik, es un precio económicamente conveniente para tener la posibilidad de detectar problemas antes que resulten en una pérdida económica, teniendo en cuenta el valor de la mercadería almacenada y concluyó “el productor debe considerar, dentro de los costos, el seguimiento y monitoreo de las bolsas durante el período de almacenamiento”.
Tecnología al servicio del productor
El principio básico de esta tecnología de almacenamiento, el silo bolsa, es el de guardar los granos secos en un sistema hermético, para favorecer la creación de una atmósfera modificada con bajo oxígeno y enriquecida en anhídrido carbónico (CO2). Las atmósferas modificadas limitan el desarrollo de los insectos y hongos los cuales son los mayores causantes del deterioro de calidad de los granos.
Como regla general, la humedad con la cual se deben almacenar los granos no debe sobrepasar la humedad base para la comercialización. Cuanto menor es la humedad del grano, mejor será la conservación y mayor el tiempo disponible para guardarlos. Cuando el grano es para simiente, las condiciones son aún más estrictas.
“Evaluaciones realizadas por el INTA han demostrado que existe un deterioro en la calidad de los granos cuando se almacenan con alto contenido de humedad” enfatiza Bartosik, y apuntó “se debe tener en cuenta que es una tecnología simple, pero requiere de cuidado para proteger y mantener la integridad de la bolsa. El control debe ser permanente para tapar inmediatamente las roturas”.